jueves, 29 de marzo de 2012

El tercer coloso de Memnon


A principios de este mes se ha alzado la tercera estatua que completa el trío de los Colosos de Memnon, después de que las dos grandes estatuas permanecieran esperándole durante cerca de 3200 años. La faraónica obra de restauración le ha llevado arqueólogo español  Ángel López Marcos  y a su equipo más de ocho años para completarla.

Levantamiento del tercer coloso (Foto de Miguel Ángel López)

El templo de Amenhoteph III (o Amenófis en griego), en Luxor,  fue en su tiempo uno de los templos más imponentes de la ribera occidental del Nilo, hasta que en el 1.2000 a.C. un terremoto hizo que se desplomara. La piedra que un día había formado sus columnas y sus muros fue reutilizada u olvidada en el lodo del río. Sólo las dos estatuas que decoraron el primer pilon se mantuvieron en pie, un recordatorio de la magnificencia que las erigió.



Durante siglos, los dos Colosos se han mantenido solitarios en la arena, pero por fin el tercer coloso de alza con ellos, después de haber dormido en el lecho del Nilo durante siglos. Como la antigua pareja, el nuevo coloso, de 250 toneladas, representa al faraón Amenófis III (1340-1359 a.C.) y está tallada en grandes bloques de piedra cuarcita de la cantera de Gebel Al-Ahmar, al norte Asuán (cerca de El Cairo). Con sus dieciocho metros de altura sus hermanos son más altos que el tercer coloso, de quince metros.



 El rastro de esta estatua estuvo perdido hasta que en 2002 un proyecto germano-armenio lo encontró sumergido en el agua, a tres metros de profundidad, en una zona arenosa e inestable. Con un ejército de 300 obreros armados con poleas y modernos cojines inflables, lograron sacar al coloso de su lecho sumergido. Fue en 2004 cuando el equipo español ganó la licitación que le permitió curar las heridas del gigante de piedra. Sin embargo, su trabajo no se ciñó sólo a reparar sus grietas con mimo, sino que también rastrearon su emplazamiento original. Por fin, el coloso se levanta con sus hermanos. Tal y como dijo Ángel López, el encargado del proyecto, "esto cambia los libros de historia". 

Pero el trabajo aún no ha terminado. El nuevo gigante necesita cabeza, brazo, rodilla, pie. Este último pronto volverá a su lugar, pero aún le queda una larga temporada para quedar completo. Además,  esta estatua sólo es una pequeña pieza del gran proyecto europeo-egipcio, que pretende poner en pie todos los colosos y formar un museo al aire libre con los restos recuperados del templo.


No te pierdas la oportunidad de ver este nuevo descubrimiento y disfrutar la visión del coloso, que ha permanecido oculto a los ojos de la humanidad durante 3200 años. Consulta las ofertas para Egipto en la web de Imagetours.

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